Por Lyda Durango
Publicado originalmente en Periódico Animal-es
Si bien la tendencia en el ámbito internacional es a crear marcos legislativos que prohíban los circos con animales, en Colombia la historia es diferente.
Así quedó demostrado cuando el pasado mes de marzo el Circo Hermanos Gasca intentó presentar su espectáculo en la ciudad de Medellín. La administración municipal, alineada con su política de bienestar animal, decidió no prestar sus predios para espectáculos con animales.
Ese día se sentó un precedente para todo el país: con voluntad política, las alcaldías municipales pueden manifestar su rechazo a los circos con animales.
El proyecto de ley que cursa desde el año pasado en el congreso de la república para prohibir la tenencia, exhibición, presentación y/o utilización de animales de fauna silvestre, nativa, exótica y doméstica en los circos nacionales e internacionales que se presenten en Colombia no ha visto la luz.
Sin embargo, la falta de una ley que obligue a los municipios a recibir circos con animales ha sido aprovechada por los movimientos animalistas con representación en los cuerpos legislativos para poner una gran barrera a los circos con animales.
Este fue el caso de Medellín donde hace tres meses la alcaldía se negó a alquilar sus predios al Circo Hermanos Gasca y desde ese momento a cualquier circo con animales que llegara a la ciudad.
“No existe normatividad sobre el tema. Ya Bolivia y Perú crearon leyes para prohibir los circos con animales pero aquí seguimos esperando que se apruebe un proyecto de ley”, comenta Alvaro Múnera, concejal de la ciudad de Medellín quien lidera la bancada animalista de este órgano legislativo.
Fue así como Medellín dejó de alquilar predios a espectáculos públicos con animales, no solamente circos. “Por aquí estuvo un espectáculo de coleo intentando presentarse en la ciudad y también se le negó el predio”, explica Múnera.
Los animales sí importan en muchos países
Las historias de animales maltratados en los circos ya son cotidianas y hasta son registradas por los medios de comunicación masivos. La historia de Karla, la chimpancé que era golpeada salvajemente por su verdugo circense, todavía no llega a su fin mientras se logra que sea trasladada del zoológico donde se encuentra a un refugio más adecuado para ella.
Como ésta son muchas las historias que han demostrado la crueldad del negocio del circo con los animales. Por eso, son muchos los países que están trabajando para crear leyes que favorezcan a los animales.
Recientemente Perú se sumó a la lista de países que han prohibido los circos con animales u otro tipo de espectáculos con animales. Antes lo había hecho Bolivia. A nivel municipal, ciudades como Buenos Aires y Santiago de Chile habían sentado un precedente en la región.
Y en el ámbito mundial, crece la lista de países que rechazan este tipo de espectáculos. En Colombia organizaciones animalistas como Animanaturalis y Animal Defenders International hacen gestiones para presionar leyes que pongan a Colombia en la misma posición de los países mencionados anteriormente.
Mientras las leyes se aprueban ya hay indicios de que la iniciativa de Medellín puede ser seguida por otras alcaldías. Es así como Envigado, municipio del Área Metropolitana, busca seguir los pasos de su vecina Medellín. “Allí están en la misma posición política a favor de los animales entonces están buscando tomar la misma medida”, explica Múnera.
De esta forma dos ciudades de Colombia pueden liderar un proceso en el que sólo se requiere voluntad política para favorecer el bienestar animal. Esto sólo demuestra una vez más que es generalizado el rechazo a los circos con animales y, en general, a los espectáculos con animales.
“Los circos con animales están cada vez más asfixiados y se espectro de desarrollo económico se ha reducido mucho”, anota el concejal Alvaro Múnera. “Los propietarios de los circos van a terminar entregando a sus animales y las autoridades ambientales están preparadas para recibirlos y darles una vida digna”, concluye.
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